Sunday, October 30, 2005

La utopía o Dragó cabreado

Ayer se celebró en Huesca, inscrito el el festival Periferias (www.periferias.org), un debate sobre el tema "¿Qué queda de la utopía?". La lista de participantes era a priori muy interesante: Pepe Ribas, José Luis Rodríguez, Fernando Márque el Zurdo y Fernando Sánchez Dragó. Y fue interesante por varios motivos, siendo el principal que cada uno habló de lo que le salió del forro. Todos se mantuvieron afines a su, por decirlo así, esencia. Pepe Ribas, con residencia mental en 1977, habló de la utopía libertaria y de como fue sofocada por los servicios secretos mediante la introducción de la heroína en los barrios obreros de Barcelona. Aseguró estar escribiendo un libro sobre el tema, creo que podrá optar a algún premio en cualquier certamen de ciencia ficcíón antiglobalizadora (seguro que existe alguno con ese nombre). Deploró el imperio de la economía, del mercado y en general del dinero...basta. Para rematar su sesión de nostalgia emponzoñada poco más tarde actuaba Paco Ibáñez, aunque sería más preciso decir que pronunció un mitin, porque lo que es cantar...En cualquier caso él estuvo en el mismo sitio del que no se ha movido en 30 años. Más triste fue la presencia multitudinaria de cuarentones combativos que habían desempolvado los tejanos, no se habían afeitado y habían dejado sus residencias a cargo de alguna ecuatoriana esclavizada...basta también, solamente añadir que estuvieron a punto de amargarme el concierto posterior de Enrique Morente. Afortunadamente, es mucho Morente, y como me dijo un aborigen del barrio de Aluche "se me pusieron los pelos como pértigas".
José Luis Rodríguez es ex-marxista y catedrático de filosofía en la Universidad de Zaragoza, y aunque poco dotado para la expresión oral, dijo las cosas más interesantes desde el punto de vista intelectual. En síntesis, sostuvo que la utopía es el remedio que el hombre ha inventado para aliviar "la inquietud por el futuro", que considera constitutiva del ser humano tanto como el lenguaje. Respecto a esta época de desencanto (al menos para su generación), no la considera la tumba del pensamiento utópico sino un período de "reconfiguración" del mismo, un período más bien de latencias, larvario, en el que puede estar gestándose la próxima utopía que acabará, como todas, en genocidio y exterminio masivo (esto lo digo yo). Sánchez-Dragó no es un pensador ni falta que le hace. Reniega de las utopías pero abomina del dinero como Pepe Ribas, está enfrascado en su propia utopía que al menos tiene la decencia de ser individual, y no deja de ser utópico su aislamiento de buen salvaje en los páramos sorianos. Discrepó con Jose Luis Rodríguez en el carácter antropológico de la "inquietud por el futuro", él lo creía un atributo cultural puesto que en buena parte de Oriente no existía porque tanto pasado como futuro se consideran maya, ilusión. Creo que los dos tienen razón, lo que equivale a decir que no la tiene ninguno. Pienso que parten de un axioma falso, y es creer en un arquetipo antropológico, no mutable por la religión o la tecnología. No tienen más que echar un vistazo al mundo para ver que están equivocados. Decía que Sánchez Dragó no es un pensador, un intelectual...y que no le hacía falta porque es el lenguaje, el castellano en su verdadera belleza, un eslabón en la que quizá sea la más hispana de las tradiciones: la del desprecio por la razón frente al deslumbramiento de la belleza, lo mismo que los textos filosóficos de Quevedo son pueriles intelectualmente pero ofrecen destellos de hermosura (y tal vez algo de crueldad) en cada página. Propuso, y en esto estoy bastante de acuerdo con él, un ética del egoismo, lo que lo emparenta con Adam Smith, Hume y otros filósofos liberales. Como no podía ser de otra manera, acabó cabreado con el mundo por las carreteras, el economicismo bla bla bla.
Y llegó Fernando Márquez el Zurdo, a quien yo conocía vagamente como músico de la movida (estuvo en Kaka de Lux, Lamode...). Parece ser que perteneció a Falange, después al CDS..y ahora vete a saber, parece un auténtcio personaje libertario (sin la etiqueta apolillada de Pepe Ribas), cultísimo y desde luego sin pelos en la lengua...un personaje a seguir. Dijo probablemente la gran verdad de la noche. Toda utopía arcádica es en el fondo una apología de la inacción, de manera que ya lo hemos logrado, estamos en la plenitud utópica. Los políticos no son más que instrumentos, títeres para que la gente adquiera un compromiso virtual creyendo tener una ideología, y así no tenga que recurrir a las armas para cargarse al vecino, otra arraigada costumbre patria. Puso como ejemplo el acto contra Carrillo del otro día. Los medios informan de la misma, los políticos se enfrentan delante de las cámaras y el españolito toma partido con una furia que le durará hasta el siguiente telediario...y ya se ha evitado la violencia, la acción. Según hablaba las caras del resto de contertulios pasaba de divertida a indignada...aunque creo que en el fondo, aparte de literaturas, todos parecían pensar que contra Franco se vivía mucho mejor...o se vivía a secas.

3 Comments:

Blogger Augie March said...

Vaya temita: ¿Qué queda de la utopía? Asumo que no fue un ¿Qué queda de la utopía de Tomás Moro? ni un ¿Qué fue del socialismo?

Desde el propio término griego de u-topía (ningún lugar, creo) se me ocurre que no se puede hablar de utopía sin hablar de religión. Supongo, sin embargo, que el nombre utopía en occidente lleva implícito:

a) es una creación humana, no de la Naturaleza.
b) tiene carácter positivo (aunque nada positivista, sino al contrario)
c) lleva implícito el componente de diseño, estructura y ciencia.
d) del mismo modo lleva implícito el fracaso de todos los intentos anteriores, la memoria histórica.

Con mil particularidades como las 4 anteriores es fácil que José Luis Rodríguez (ni el puma ni zp) y Sánchez Dragó hablaran horas y horas cada uno de lo suyo sin siquiera ponerse de acuerdo sobre el asunto que les había concitado (un poco como en "El duelo"/"Los duelistas").

Y respecto a lo de Fernando Márquez, más claro todavía. Teniendo el cuenta el efecto del aspecto d), hemos llegado hasta este punto con el término utopía totalmente corrompido. Ya la hemos hallado, luego deja de ser u-topía.

Los azarosos años del siglo XX (me suena a "Los violentos años 20") acabaron con la utopía.

La polémica sobre Dragó y Rodríguez, por tanto muy interesante, pero primero habría que resolver el significado de utopía. Estoy contigo en que ninguno tenía la razón, aunque dijeran cosas interesantes. Pero desde luego "la utopía" no existe en el inconsciente colectivo de Jung, como tal. De todas formas hay gente muy pirada:

Pepe Ribas, con residencia mental en 1977, habló de la utopía libertaria y de como fue sofocada por los servicios secretos mediante la introducción de la heroína en los barrios obreros de Barcelona.

10:43 AM  
Blogger John Self said...

Vaya descojone de charla. Ese tipo de charlas es mejor verlas "fumao". Es como ver cualquier película de ésas estilo American Pie. Yo recuerdo haber visto "fumao" Justino, un asesino de la tercera edad. No recuerdo ni un plano de la jodida película pero recuerdo que estuve desconjonándome sin parar durante los 90 minutos.
También recuerdo que estuve en una charla de Escohotado en el Aula Magna de la Facultad de Económicas de ZGZ. EL tío -para mí es un genio, tiene una labia que te cagas; pero la charla-coloquio fue de frenopático. El tío se metió entre pecho y espalda unas 15 cervezas en hora y media y al final no se le veía detrás de los botellines de San Miguel. El tío empezó contando que llevaba más de 20 años metiéndose heroína y desgranó todo su saber en el mundo de las drogas (es una autoridad mundial), llamándolas por su fórmula química. Todo esto mientras se fumaba 1 paquete de Marlboro (sin exgarerar). Os podéis imaginar la fauna que había en la sala que, por supuesto, estaba a parir. La gente estaba fumando porros en el Aula Magna delante del rector de la facultad: un marxista de la Chunta Aragonesista, profesor mío de Historia Económica. Se llamaba ELoy Fernández Clemente y tiene bastante renombre como economista. Como orador era cojonudo, pero era tal marea de propaganda que al final no sabías ni lo que estabas oyendo. A lo que iba. El turno de ruegos y preguntas giró alrededor de temas como: el secreto del orador para cultivar marihuana, los efectos del peyote durante el coito, etc... Al final, Escohotado, como una jodida cuba, empezó a pedir a grito pelado la legalización de las drogas, a decir que la policía y los traficantes eran lo mismo y a llamar asesinos y ladrones a los del PSOE (eran tiempos del destape de los GAL). Al fin propuso acabar la charla en un bar al lado de la facultad y allí se fue toda la peña. Me arrepiento de no haber ido "fumao" a la charla.

2:15 PM  
Blogger John Self said...

Me acabo de acordar de otra cosilla. Cuando Sánchez Dragó hacía Negro sobre Blanco montó un programa sobre la figura de José Antonio Primo de Rivera (con dos cojones y un palito). No recuerdo quién fue pero sí recuerdo que estaba El Zurdo. El tío explicó que José Antonio había sido muy importante en una etapa de su vida. El tío contó que había montado una banda de rock y que iban a hacer un concierto de presentación, pero solo para iniciados. Y es que todo el grupo iba a salir con el uniforme de falange: camisas azules, yugo y fkechas y todo lo demás... Contó que se enteraron del concierto gente del PSOE y que Tierno Galván montó un piquete para reventar el concierto. Al parecer no hubo concierto y acabaron todos a hostias.
Es verdad que en ese programa me pareció un tío inteligente. Mi novia, madrileña de pro, me explicó que el tío debái tener fama de geniecillo...

2:36 PM  

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